Poemas de niños que rimen


Estoy esperando a mi querubín de mejillas sonrosadas,
de cabello rubio como el oro y sonrisa desplegada.
Estoy esperando impaciente su llegada
como el río cuyo manantial intenta alcanzar el mar
o el surfista que espera su ola ansiada.
Mi querubín sigue dichoso en su morada
y no quiere por nada salir de allí,
así que tendré que darle un enorme empujón
porque yo me muero por verle fuera de aquí.
Y es que estoy esperando a mi querubín de mejillas sonrosadas,
de cabello rubio como el oro y sonrisa desplegada.

Hoy ha nacido un bebé niño
y es tan bonito y tan pequeñito,
que juego con él cada mañana
al juego de los cosquilleos y las risotadas.
Mi madre dice que tengo que cuidarle,
y también mimarle, acariciarle y amarle,
dice que tengo que cuidar de mi hermanito
como si fuera yo un ángel de alas desdobladas.
Ella le cambia los pañales
y le da el alimento a través de su pecho,
y, mientras, él no deja de mirarme
y me coge enérgicamente del dedo
como si quisiera que no me alejara.

La hormiguita Cristina es mi gran amiga,
me hace cosquillas cuando recorre mi mano
mientras me cuenta cómo va su labor de obrera.
Yo la digo que no trabaje tanto,
que también debe descansar,
y ella me contesta que no es malo,
que hay que hacerlo por el bien de uno mismo
pero también por el de los demás.
La hormiguita Cristina es mi gran amiga
y me da consejos siempre que puede,
yo la intento corresponder del mismo modo
pero ella es la que sabe más de todo,
a fin de cuentas yo solo soy un niño
y ella la hormiga reina de su aldea.

Le compré una preciosa bicicleta azul y morada
con una campanilla en el manillar
y una cestita de mimbre para guardar.
Se la compré no hace mucho por su cumpleaños
y está contento a rabiar.
Se la compré porque quería ver su expresión,
contemplar sus ojos de asombro
y la sonrisa de su rostro.
A mi pequeño le he comprado una bicicleta
igualita que la que tuve yo en mi infancia,
para recordar esos mágicos momentos,
para recordar mi niñez olvidada.
Por eso le compré una preciosa bicicleta azul y morada
con una campanilla en el manillar
y una cestita de mimbre para guardar.

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