Frases de felicidad cortas


En un abrir y cerrar de ojos te puedes proponer ser feliz, es tan simple como una decisión.

Si parte de tu tiempo lo dedicas a sonreír, verás cómo la felicidad inunda todo tu ser.

Lamentarse y quejarse tienen que irse a otra parte, sonreírte y divertirte tienen que ser tu estandarte.

Sólo si se lo permites la felicidad puede ser parte de tu vida: ¡déjala entrar!

Hay un mundo allá afuera, ¡atrévete a disfrutarlo!

Felices aquellos que no se quejan de nada, saben disfrutar los pequeños momentos de cada día.

Empieza tu día con una sonrisa, verás cómo cambia tu jornada y cómo aprovechas tu tiempo de otra manera.

El amor y la felicidad completan la vida de una persona, la colman de energía y la transportan hasta lugares impensados.

Vive tu vida con alegría, sólo así podrás salir adelante siempre triunfante.

Comparte tu alegría con los demás, ser feliz y compartir esa felicidad es un acto de gran generosidad.

Admira a las personas felices, se parte de su vida. La felicidad se contagia y seguro de ellos aprenderás algo.

Ser feliz está en uno mismo, sólo tienes que desenredar esa madeja que te impide descubrirlo.

Las personas felices simplemente están en calma, en su interior reina la paz y nada los perturba.

La voluntad es una de las fuerzas más poderosas del ser humano, tan sólo proponte alcanzar tu felicidad.

Si te atreves a brindarle una oportunidad a la felicidad, nunca te arrepentirás de esa decisión.

La felicidad es eso que estabas buscando y que cuando menos la esperabas ya estaba en tu vida.

Las personas más felices son aquellas que disfrutan de las cosas más simples de la vida: un café, un atardecer, un encuentro.

Anímate a ser feliz, la vida es corta. Vive en el presente y disfruta cada momento como si fuera el último y el único.

Los niños nos enseñan mucho acerca de la felicidad. Su inocencia y su modo de ver las cosas nos pueden iluminar mucho en este camino que es la vida.

Imagina el mundo en el que quieres vivir, ve en busca de ello y no te arrepentirás.
Cuando dejas entrar a la felicidad ésta no pide más permiso, tan sólo se adueña de tu vida y la convierte en maravillosa.

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