Espero que este nuevo año nos deje buenos recuerdos para años venideros, que la entrada de este año nos llene de positivismo para arreglar los problemas que ahora invaden nuestros sueños, que todos nuestros males no tengan cabida en él y sí las buenas fortunas y los mejores augurios.
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Feliz Año Nuevo para todos los que desean la paz y el bienestar del mundo, feliz Año Nuevo para aquellos que desean el bien común, feliz Año Nuevo para las personas que dan sin esperar nada a cambio y feliz Año Nuevo, en general, para los hombres de buena fe que desean ver cumplidos sus sueños.
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A este nuevo año que entra le he pedido que todos mis deseos se cumplan, que todo lo anhelado en un tiempo pasado se convierta por fin en realidad, que mi trabajo dé los rendimientos esperados y que los sufrimientos no invadan mi vida. Pero por encima de eso, le he pedido que las personas que amo sigan a mi lado para que la congoja por su pérdida no trunque mi destino. Al Año Nuevo le he pedido por encima de todo lo demás que no me dé razones para llorar y sí para soñar con las personas que tanto quiero en las que te encuentras tú.
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Pedirle al Año Nuevo no significa requerir fortunas que inunden nuestros caudales ni éxito en los negocios, sino felicidad y salud para nuestros seres queridos. Y es que la felicidad no se basa en riquezas varias pues no hay mayor tesoro para el ser humano que la calidad humana que lo acompaña.
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Los médicos aseguran que cada vez que una sonrisa inunda nuestro rostro, nuestra longevidad aumenta un día, y que si reímos a carcajadas, se ampliará dos días más, es por eso por lo que deseo que en este Año Nuevo que entra, las risas formen parte de tu vida.