Frases de amor y tristeza


La belleza es relativa,
mas tu rostro es celestial.
Yo daría hasta mi vida,
por contemplarlo un día más.

No fueron siempre los mejores,
quienes mayores logros firmaron.
Tampoco fueron los peores,
quienes más fracasos sumaron.
Yo hice ambas cosas,
pero ninguna fue suficiente.
Quise ser santo y demonio,
porque ambas cosas mereces.

Hacia Troya partieron mil naves,
a reparar un honor ultrajado.
Dado que Helena eclipsaba a los dioses,
en absoluto era aquello exagerado.
Fue guerra larga y destructiva,
como lo es la belleza femenina.
Hubo tantas bajas por las armas,
como aqueos prendados de la dama.

Siempre soñé el momento,
en que Dios premiara mi esfuerzo.
No buscaba ganancias materiales,
sino una compañera de viaje.
Yo transitaba por la vida,
sin advertir que estaba vacía.
El Creador la trajo a mi vera,
y me designó su centinela.
No era empresa sencilla,
pues su figura a todos atraía.
Me dediqué en cuerpo y alma,
a ser el hombre que merecía.
No abrigo deseos de alabanza,
ya que un beso alcanza mis entrañas.
Solamente anhelo una mirada,
que dé mi deuda por saldada.

Es tópico de este mundo,
que los varones hagan de trovadores.
Aunque por tu belleza singular,
solo el silencio te rinda honores.

No todos los días sale el sol,
si no hay ventana para verlo.
Hay jornadas en las que nada reluce,
porque una ausencia nubla el cielo.
Jamás pensé en mi inocencia,
que el vacío no pudiera llenarse.
Supe que estaba errado,
tan pronto como la vi marcharse.

Creía que había algo,
allá donde moran las nubes.
Una fuerza inescrutable,
que al pobre hacía hidalgo.
Era yo un hombre de fe,
hasta que sus ojos contemplé.
Entonces supe que era esclavo,
como tantos otros que aquí han morado.
Sigo creyendo en la Providencia,
porque ella me imprime inocencia.
Pero jamás volveré a ser libre,
si tras la muerte Él nos divide.

Las penas no son pasajeras,
si su puñal ha alcanzado el alma.
Porque hay dolores terrenales,
que ni la muerte logra detener.
Así deambulo yo por la eternidad,
lamentando lo que pudo ser y no fue.

This entry was posted in Amor. Bookmark the permalink.