He pasado de quererte más que a mi vida
a odiarte casi sin medida
nunca pensé que seguir tu camino
habría de ser para mí tan dañino.
—
Cuando me enamoré pensé que sería para toda la vida
no sabía lo equivocado que estaba en ese momento,
pues solo era un hombre feliz y contento
y ahora me doy cuenta de que no hay contrapartida.
—
Cuántas vueltas de la vida, tan de repente
de tanto amarte pasé, sin casi darme cuenta,
a no tener ni un minuto para ti en mi mente
fuiste solo una tenue luz que se tornó amarillenta.
—
Del amor al odio en solo dos pasos
agradezco haber podido conocerte
y saber que de cada tres palabras, dos
eran mentiras llenas de muerte.
—
¿Cómo es posible hoy amarte y
mañana tan solo despreciarte?
La verdad es que tú te lo buscaste
con el odio a la vida que mostraste.
—
Cuando recuerdo los días en los que te amé
una sonrisa sin alegría asoma en mi cara.
Tantos días viví solo soñando con tu piel
mientras tú, a cambio, no me dabas nada.
—
La vida es como un tiovivo
todo gira y gira sin parar
como el amor con el que aún vivo
que día a día se marchita hasta acabar.
—
Un día te conocí y me enamoré perdidamente
al poco tiempo comprendí que no era correspondido
solo te interesaba consumirme lentamente
hoy me he dado cuenta y te maldigo.
—
Del amor al desamor en solo dos segundos
justo el tiempo en el que entendí que me engañabas.
Lo comprendí en cuanto capté que querías otros mundos
y que yo no era nada para ti, tan solo jugabas.
—
Dijiste que me querías y que adorabas a nuestros niños
pronto entendí que solo te querías a ti
con los niños jugabas engañándolos con tus guiños
y luego te marchaste a otro lugar sin preguntar por mí
ni por los hijos de nuestro amor
que hoy, por mi parte, es desamor.
—
Ni sé si me quieres o no
aunque casi me atrevo a asegurar
que casi seguro que no.
Es más fácil para ti odiar que amar.