Así son las cosas del querer,
¿qué le vamos ahora a hacer?
Así siempre fue al pretender
que durara más que días tres.
—
Llegas un día del trabajo.
Te plantas en tu cuarto,
te preguntas por el antro
y quieres irte por lo sano.
—
Naces, vives y envejeces.
Todos creemos que en meses
conseguiremos menesteres
en modos muy diferentes,
mas la rutina empequeñece.
La muerte verdaderamente
es lo seguro en hacerse.
—
Cuando se llega a la mitad de la vida,
mejor es no volver hacia atrás la vista.
Nunca se alcanzaron aquellas expectativas
de juventud con las que soñaras un día.
—
La vida, cuán dolorosa es.
Apenas sacias la seca sed
y ya hambre aprieta la tez.
—
Los hijos han de crecer
y marcharse en la vejez.
Por eso, cuídate bien
o asegúrate la viudez.
—
Nosotros, no un meteorito,
traeremos el tan temido
Apocalipsis por el medio
si no dejamos el trenecito.
—
Escucha al que te critica.
Aprenderás de su inquina
más del que bien te mira.
—
Vivir, soñar, dormir, tal vez morir.
¿Qué es la vida?, les da por decir.
¿Estamos solos en este trecemil?
Tales años son del universo percentil.
No sabemos nada en este sinvivir.
—
Como una piedra rodante, así vagué por el mundo.
Lo cantó Dylan y los Rolling pusieron a su grupo
este nombre haciendo marca y estilo bien chulo.
A veces como persona y otras como tal vez chucho
haya vivido y revivido en distintos y varios zulos.
Cervantes: “La sinrazón de la razón produce monstruos”.
—
Hasta aquí hemos llegado, dicen.
Esto ya no da más de sí, repiten.
Mal acaba lo que tiene mal empiece.
Verdades verdaderas de la especie
humana que vive casi en intemperie.
—
“Llegados a este punto, no existe marcha atrás”,
dijo el gran sapo sabio al ahora pobre marajá.
Según hechos, a ellos acostumbrarte tendrás.
No cabe atisbo de duda cuando golpea Satanás
a tu puerta bajo el brazo sin ningún pan.
Saca pecho y yérguete ante la adversidad,
que mejor así, desde luego, peor no te irá.